Mami

Enmi vida muchas cosas han cambiado. Tengo que reconocer que algunos de missueños no se han llegado a concretar, pero no es asunto de frustración,algunos otros los he superado con creces. La vida es eso, buscar contrapesos,equilibrios y entender que no todo se puede tener y que aspirar a eso es unautopía tan inalcanzable como inútil.

Peroalgo no ha cambiado. Algo se mantiene justo como cuando era niño y hoy, a mis30 años, me sigue haciendo sentir como chamaco. Me refiero a esa sensación de cobijo, deprotección, que siento cuando estoy con mi mamá, cuando me abraza, aunque seapor cinco minutos, en las lluviosas tardes de domingo en que visitó su casa, laque antes fue mi casa y la de mis hermanos.

Enesos instantes siento que el tiempo no ha pasado, y que aquella mujer pequeña ymorena, de rostro ya curtido pero feliz, ejerce sobre mi la misma impresión defuerza, protección y amor inagotable que cuando me fue a dejar por primera vezal kinder de la Escuela Pedro María Badilla en San Rafael de Heredia o cuandonos acompañaba a “coger café” en las fincas de Concepción apenas finalizaba elcurso lectivo del colegio.

Mimamá entraña para mi todo lo importante, sublime y por lo que vale la penavivir. Personifica la entrega, el sacrificio y el significado de darlo todo,todo, por lo que uno ama y le importa. Representa el ánimo para seguiradelante, aún cuando uno lleve la procesión por dentro, y nunca de dejar detrabajar, de darlo todo por la sencilla razón de sentirse bien, ser útil y nopasar por este mundo sin dejar huella, por pequeña que esta sea.

Unosabe lo que es el amor de verdad cuando ve a esa mujer y siente alivio, sientefelicidad. Cuando te dan ganas de estallar en llanto solo al pensar por lascosas que pasó para darte lo que sos ahora. Y cuando te entristecésprofundamente al pensar que por esa marcha inexorable de la vida hoy no latenés todos los días a tu lado al leventar.

Perohoy no es día para estar tristes, es día para celebrar (estén o no estén connosotros) a las personas que mejor representan a Dios en este mundo. ¡FelicidadesMaría Nelly!