Apetito rojo y voraz

No es un asunto de difundir o no sucesos, creo que es el "cómo" el punto. Además, considero que atribuir a labor social la difusión de los mismos es pecar de ingenuo, ambos lo sabemos. En todo caso, ciertamente la violencia de la calle (con armas o carros) es palpable y preocupante, pero en más de una ocasión he visto como violaciones sistemáticas del derecho son obviadas por la razón de que no se consideran "sexy" para la pantalla. No reseñé lo de la "volazón" porque creo que ese no era el objetivo del post, generar la inquietud del abordaje noticioso sí.
Una buena: al fin te animaste a escribir y eso sí que lo celebro, Nelita. ;) Un abrazo y te espero con tu interesante perspectiva más seguido.

Qué cosas! Los comunicadores hablamos sobre la forma y fondo de nuestro trabajo para suponer por donde lo encaminamos, mientras que nuestra audiencia, la gente, es quién determina a través de eso que es tan amado y tan temido, el rating, si lo que hacemos sirve o no y si nosotros tenemos dinero para el sustento, para ese almuerzo del mediodía mientras vemos como nos comemos entre todos.
Según un reciente estudio, se demostró que las ediciones de Telenoticias tienen más sucesos que la propia Extra, esa misma que vemos con desprecio en los puestos (solo los sábados no?).
El noticiario número 1 de este país también se caracteriza por recetarnos el más selecto edicto de lo que pasa en el mundo: los bomberos de Palm Springs que la bajaron el angora a la gringa que paga $500 dólares de seguro por mes para que el pelo del gato no pierda brillo, la nueva pastilla inventada por una transnacional para que todos seamos más felices aunque no cojamos o lo mejor de todo el conteo diario, así, chato y hemorrágico de las víctimas de la estupidez estadounidense en Irak... todo gracias al gentil patrocinio del BAC San José (que manera más sublime de exponer una marca, hasta me dan ganas de cerrar mi cuenta... tengo?).
Es decir... si nos metemos al baile, a aguantar los pizones, las tocadas de nalga (qué buenas nalgas Nacho) y el fétido sudor de la pareja (o no? a veces no!).
Racionalizar sobre algo tan técnico y sencillo como editar una nota para que se diga o se omita algo tan solo porque nuestro sentido común es tan escaso como el agua en el Sahara... es como tratar de hablar en medio de una tocada de Carl COX... algo inútil.
En casi 10 años de estar trabajando como comunicador a la par de periodistas debo decir que nuestro trabajo al aire refleja mucho de lo que somos, o de lo que no somos y tratamos de disimular con apariencias. Como dice Naomi Klein en su obra NO LOGO (la habrán leído, o estarán terminando a Pablo Cohello primero?)... lo que nos une son las marcas, su fuerza de ubicuidad es de lo poco que reconocemos como homogéneo en el mundo de hoy... Entonces para empezar... homologuémonos en los sucesos... al fin de cuentas en este país tan inseguro es lo único que nos une.